Cuando las parejas se convierten en padres.
Todos sabemos que cuando nace un hijo aparecen importantes transformaciones en la relación de pareja y en la organización del hogar, estos cambios hacen surgir la necesidad de encontrar nuevas formas de vincularse y organizar la convivencia.
Además, con el primer hijo la pareja hace el aprendizaje de convertirse en padre y madre del mismo hijo teniendo que compartir y aunar muchos criterios y prácticas de crianza.
El hecho de convertirse en familia puede entrañar un desafío importante que permite a hombres y mujeres RE-CREARSE como individuos y como pareja pero que requiere una toma de conciencia de la energía y elementos necesarios que eso demanda. Formar una familia conlleva un cambio de vida que merece dedicación y energía como cualquier otro gran emprendimiento.
Por eso les propongo hacer el esfuerzo de encontrar momentos para conversar y tratar de comprender la nueva realidad y el modo en que esos cambios se integrarán a la vida de cada uno y de la pareja que forman.
Para que estas conversaciones se organicen y tengan continuidad propongo que se planifiquen encuentros especiales que podríamos llamar: REUNIONES DE EQUIPO FAMILIAR.
La reunión de equipo de familia y crianza tiene que hacerse como un acto de amor, con las mejores energías. Estas reuniones son casi indispensables para poder planificar las estrategias y tácticas que ayuden a pensar una creativa y agradable organización de recursos para la vida y la resolución de las dificultades y conflictos que acarrea la inclusión de los niños.
Podemos enumerar algunos temas para tratar en esos encuentros:
1- La toma de conciencia del trabajo y dedicación que necesita el hijo.
¿cuántas horas demanda?
2- ¿Cuántas horas de trabajo familiar amoroso se necesita para que un hijo crezca en las mejores condiciones posibles y a la vez, que un hogar con hijos funciones armónicamente?
3- Toda la temática de la mujer alrededor de a) el aprendizaje de la maternidad
b) -del compaginar su vida maternal y de atención y organización de la casa con su trabajo fuera del hogar. Armonizar su trabajo maternal en las difíciles primeras etapas de un bebé y compaginar, luego, esta tarea con su trabajo fuera del hogar requiere energía física y energía emocional de alto vuelo.
c) el tiempo y la energía que requiere criar bien a un hijo y mantener un hogar funcionando. Mucho más cuando llega el segundo hijo.
4- Para el hombre la temática de ser sostén económico del hogar y su aprendizaje de tener un hijo, contener a su mujer y ayudar en el trabajo familiar sin dejar de atender su trabajo cotidiano. Esto último
demanda una energía extra que tiene que dedicar además de la que dedica a su trabajo.
5- Para la pareja, aparece la novedad de tener que aceptar los cambios en la relación y adaptarse a ellos, más creativa y amorosamente se haga mejor pronóstico para la pareja habrá.
6 – El tema cómo hacer con la falta de tiempo para compartir la intimidad de adultos frente a todo lo que necesita y demanda el bebé.
7- El tema de los tiempos individuales que cada uno necesita para recrear su cuerpo y espíritu. Las mujeres suelen relegarlo a favor de los hijos.
8- Cómo hacerse cargo de las diferencias que aparecen en la crianza.
Agregar los que cada pareja necesite.
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