miércoles, 18 de marzo de 2009

De los 14 a los 22 meses un anticipación de la adolecencia





Cada vez más consciente de su poder, no está seguro de cuánto posee, dedica buena parte de su tiempo y energía a resolver ese enigma, y al mismo tiempo mantiene su enorme apego a las personas más significativas para él, apego que de esa forma, sin embargo, concluirá precisamente en esta etapa.

En consecuencia, la principal responsabilidad de lo padres consiste en este caso en estimular el creciente poder de su hijo y enseñarle a respetar los derechos de los demás, empezando por supuesto por el de ellos.
El título y los dos primeros párrafos son de B.L.White,PH:D en eel libro: Haga feliz a su bebé...Pero no lo consienta

Qué tarea tan difícil y tan maravillosa!!!
Los niñitos descubren su poder, sus iniciativas, sus ganas de hacer lo que sienten y los padres tienen que enseñarles el poder de afirmación de sí mismos y a diferenciarlo del poder de dominio sobre los demás.

¿Por que no intentamos otra lectura de algunas conductas? Quizás lo que sucede es que cuando ellos quieren afirmar su poder en crecimiento, aparece otro poder más fuerte e instituido, el de los padres y adultos que los cuidan, y ellos tienen que luchar para hacer espacio a su iniciativa.

Los niños aparentemente pelean contra la autoridad, pero si uno observa bien ellos defienden su afirmación y eso es algo muy diferente. Ellos quieren autoría (no autoridad), quieren afirmar su ser por donde sienten que les gusta y los hace crecer. Se quieren encontrar con sus desafíos. Creo que sólo pelean porque uno se les pone adelante. No pelean en contra o por quitar autoridad a sus padres sino que defienden la posibilidad de su realización personal.

Algunas cosas que nosotros evaluamos como muy inconvenientes ellos las ven como maravillosas. Ej: sacar todas las ollas, tirar agua al piso, trepar a la mesa, llamar la atención, jugar con el agua del inodoro, gritar, todo lo hacen sin saber que molesta sino sintiendo la expansión de su ser, de sus pulmones y de sus músculos.

Cuando son más grandes aparecen otros temas, entonces, prueban y prueban para ver que cosas sí pueden hacer, de tantas que desean hacer… ¡Y qué bueno, porque así aprenden y aprenden, gozan y gozan de descubrir sus potencias y posibilidades en el mundo!

El problema es que a los “bajitos” se les ocurren muchas cosas que a veces son peligrosas para ellos o atentan contra los derechos de los demás, y lleva mucho tiempo, muchísimo tiempo y esfuerzo enseñarles las cosas que les convienen y las pautas de convivencia del mundo en que viven. Pero debemos cuidarnos de asignarles la intensión que aplicando nuestros códigos, parecen tener: “pelear por el poder”, “rebeldía””deseos de imponerse” etc.

Propongo ponernos delante de ellos siempre desde el amor y reflexionando desde su entendimiento para poder lograr que comprendan o acepten los “NO SE PUEDE”, PARA QUE SIENTAN LAS BUENAS INTENCIONES DE LOS PADRES CUANDO INTERVIENEN.
Y PERCIBAN QUE LOS NO QUE SE LES IMPONE, NO SON CAPRICHOS , MANIPULACIONES NI ARBITRARIEDADES POR TENER EL PODER, SINO MODOS DE ENSEÑARLES A CONVIVIR CON LAS PAUTAS Y NORMAS QUE ORGANICEN LA VIDA DEL MEJOR MODO POSIBLE.

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