lunes, 27 de julio de 2009

Media hora por día de juego, conversación o paseo con los hijos.




Después de leer parte del libro Babytolk de la Dra. Sally Ward se me ocurrió escribir esta propuesta que es bastante parecida a la que ella propone y que da para pensar sobre el tema.

Se trata de compartir todos los días, con el bebé o el niño media hora de juego, conversación, o paseo charlado y jugando, o una cena prestándole atención, del mismo modo que con un invitado con quien uno realmente quiere disfrutar ese momento... COMPARTIENDO INTIMIDAD.

La idea tiene que ver con compartir con él o los hijos momentos dedicados a él o ellos exclusivamente, creando una intimidad de esas en las que uno sale lleno de alegría y satisfacción por haber estado con el otro desplegando y descubriendo el ser de cada uno.

Es un espacio para crear un momento de relajada expansión del amor mutuo, en una actividad lúdica o de conversación o de contacto corporal en el juego, o de paseo o en lo que sea, según la edad del hijo. A los bebes y niños pequeños les gusta mucho jugar con sus padres a su altura, sentados sobre almohadones o colchonetas o tirados sobre ellas ofreciéndoles la posibilidad de estar cuerpo a cuerpo en el juego.

La idea es que se ponga el contestador telefónico y se apague la televisión para crear una situación que favorezca el encuentro. Para reafirmar esto pensemos lo que nos sucede cuando visitamos a un/a amiga/o queridos, con quien nos encanta conversar y ella o él atienden repetidamente el teléfono y algunas de esas veces hablan todo lo que la persona que está del otro lado le propone, cortando de ese modo “nuestra conversación e intimidad”.

Ya sé, estarán pensando en los celos, pero lo que quiero decir va más allá de eso, tiene que ver con la lúcida propuesta de la Dra. Ward, a veces "se está y no se está" con los niños y esa media hora propuesta es “para estar con todo”, algo que será muy enriquecedor para padres, niños y la experiencia que comparten.

Si son bebes, recordemos que les gusta mucho “conversar”. Podemos repetir algún sonido que el esté haciendo, mirándolo e invitándolo con el gesto, esperamos, el responde, repetimos ese sonido, esperamos, el responde... hay que darle la misma entonación que el le da.

A los niños mas grandes tal vez no les gusta tanto conversar pero sí les gusta jugar, caminar o que les contemos cuentos o historias de vida o inventadas y muchas cosas más, es cuestión de preguntarles que quieren compartir.

Podemos proponer ¿querés que te haga un cuento inventado y fantástico o queres que lo inventemos juntos?. quizá puede empezar así: Había una vez una hormiguita que hablaba....o un elefante que tenía tos, un osito de peluche que cantaba y saltaba... había un nene que estaba enojado, enojado... y otro que estaba contento, muy contento..., un nene que pegaba fuerte, fuerte... etc. y luego seguir inventando una historia fantástica o divertida, o que enseñe algo y muchas cosas más.

Cuidaremos no poner todo el afán en el resultado. El AQUÍ Y AHORA en este caso es lo más importante, tal vez.... esa sea la cuestión principal, pasar un buen momento juntos y si aparecen dificultades amablemente encontrar las respuestas. Generalmente los niños se concentran más en el proceso que en el resultado y gustan más del él, reconocen intuitivamente todo lo que les aporta ese camino sin pensar en los resultados.

Es importante encontrar un horario que sea bueno para todos, Y NO CUANDO EL CANSANCIO AGOBIA, aunque a veces sólo queda tiempo para los cuentos a la hora de dormir y eso también vale mucho.

El padre o madre debe elegir algo que al bebé o niño le interese, sólo alguna vez sirve mirar el “partido de fútbol juntos” si el bebe es pequeño y todavía no entiende eso, aunque sepamos que el contacto y sostén corporal son maravillosos.

Si no se puede hacer esto todos los días (cuando se llega tarde a la casa y hay muchas tareas hogareñas que realizar), fijar días en que sí se pueda disfrutar. Quizá se pueda alternar una día el padre y otro la madre. Aunque la idea es no sólo brindar un rato de atención especial e íntima al niño, sino desarrollar la comunicación y el contacto con él como un modo de darles eso que ellos esperan gozar y aprender con los padres.

Es importante ponerse en onda de disfrute y no hacerse la cabeza de que “tengo tantas cosas que hacer”, este momento sirve para distenderse y unirse al hijo, creando un vínculo creativo y amoroso, como si uno tomaría un café con un amigo querido y eso, a veces hay que aprenderlo.

Con el tiempo se disfruta más, en un primer momento hasta que se desarrolle la posibilidad del encuentro creativo, puede existir una sensación de no saber qué hacer o de estar usando el tiempo que se necesita para otra cosa.

Los que han investigado esta propuesta han probado que los bebes y niños con esta actividad se tranquilizan y serenan, además de disfrutarla, aprender y evolucionar mejor.

Creo que la intimidad con los padres aunque sea por un corto tiempo les da a los niños la posibilidad de sentir el potencial de amor y atención e INTIMIDAD que necesitan y pueden compartir. Y esto se vuelve más importante aún cuando los padres y los chicos están separados muchas horas por día.