viernes, 24 de abril de 2009

Primer trimestre del embarazo







Cuando se confirma el embarazo la mayoría de las mujeres comienzan a sentir cambios en su corporeidad. La nidación y desarrollo del embrión en el útero, la placentación y los cambios hormonales propios de ese momento determinan, junto a la incorporación de la idea de tener un hijo, los síntomas que muchas mujeres tienen en el primer trimestre.

Nauseas, vómitos, mareos, pesadez y un cierto ensimismamiento que se manifiesta corporal y psíquicamentente como ganas de estar quieta, recogida, descansando, también las inquietudes emocionales frente a la responsabilidad asumida son parte de la tan importante y necesaria adaptación al embarazo.


Este entramado de sensaciones corporales extrañas, emociones nuevas o conocidas, pero diferentes, temores indefinidos o bien definidos, tienen diferentes modalidades para cada mujer, pero al fin, cada una pasa por ese período en que necesita centrarse en sí misma, dedicarse a aceptar las transformaciones y el esfuerzo que implica la gestación. Muchas veces es un gran esfuerzo, otras más leve y por lo general siempre es muy difícil saber porqué se presenta así.

Sabemos que todo esto le sucede a la embarazada más allá de la alegría que sienta por gestar a su hijo, y además, aunque lo haya esperado y deseado intensamente, incluyendo si hizo largos tratamientos para lograr el embarazo.


Tan grande como la maravilla de darse cuenta que un nuevo ser se desarrolla en su cuerpo, es la sorpresa del esfuerzo que esto exige. Podríamos decir que con la gestación a la mujer se le aparece otro cuerpo y otra vida que tendrá que conocer e ir aceptando paso a paso, es parte de esta historia, cuesta pero vale lo que cuesta.

Cada mujer tendrá conectarse con su cuerpo cambiante, convivir con los “síntomas de embarazo” y encontrar las mejores posibilidades para cada momento, esto puede implicar la imperiosa necesidad de más descanso y el darse tiempo para estar recogida en su mundo interior.


El mundo circundante no siempre entiende estas necesidades y no se apoya lo suficiente a la mujer, debiéramos concretar redes de apoyo y encuentro entre embarazadas para compartir estas vivencias.


En los primeros meses es necesario respetar los estados de poca energía cuando aparezcan, y también los temores hacia ciertos movimientos y esfuerzos. Es lógico que en esa etapa se sientan temores frente al movimiento y se tengan dudas sobre “lo que se puede hacer”, puesto que el estado de embarazo es desconocido para las primerizas, aunque a veces suele sucederles esto mismo a mujeres que ya hayan tenido otros hijos.


Estos temores a veces se ven incrementados porque suelen aparecer al moverse dolorcitos y pequeños tirones en el abdomen que se deben al crecimiento del útero, y que si fueran intensos es necesario consultar al médico.

1 comentario:

Ania dijo...

Que hermosos tus temas, mejor no los leo más o me van a dar ganas de tener otro bebé jajajjaaj.
Me traen tan lindos recuerdos, auqnue con el segundo estuve en cama por muuuuchos meses, con amenaza de aborto, pero finalmente salió bien y ahora duerme.

Cariños