martes, 9 de junio de 2009

Desgrabación de una reunión de un grupo de mamas con bebes.

Este grupo es actual, esta foto cuando fueron a visitar a la abuela de Siri.
Conversamos, mientras los bebes disfrutan de las colchonetas.


Aquí posando las madres con sus hijos.
Lo que sigue es la desgrabación de una reunión de un grupo de mujeres, es la segunda o tercera reunión después del parto, los bebes tienen desde veinte días a tres meses.
desgrabación del 12 de agosto de 1995, los nombres están cambiados para proteger la intimidad de mis alumnas.

Participan Sary, ( hijo de un mes y días ) Daly ( hija de dos meses y medio), Karen ( hija de 1 mes) y Carla ( hijo de l mes y tres semanas).
Todas habían sido alumnas mías en grupos de embarazadas, pero no todas se conocían entre sí, hoy en día también recibo alumnas que no han venido a los grupos de embarazadas.
Las reuniones son semanales.
En aquél momento conversábamos una hora y cuarto y luego había una clase de gimnasia mientras alguien cuidaba los bebes.

Actualmente las dos horas son dedicadas a la conversación.
Nos sentamos en los almohadones, delante de las madres hay colchonetas donde cada una puede apoyar su bebé.
Tomamos té con limón y galletitas.
Después de los saludos y ubicación empezamos a conversar.

Daly: me siento cansada, no doy abasto, salí mal vestida, antes eso no lo hubiese hecho nunca...

G.S.: La verdad yo te veo linda, pero entiendo lo que decís, el cansancio y sus consecuencias en esta etapa pueden ser muy fuertes...

Daly: Quisiera dormir, dormir, dormir... tengo mucho sueño (se le caen las lágrimas).

G.S.: Aquí podes llorar tranquila que todas sabemos de qué se trata.

Daly: Es que con estos días tan fríos no pude salir, entonces estoy todo el día con ella encerrada entre cuatro paredes...y me pongo mal.

G.S. Cuando hace frío abrigala bien, la pones en el cochecito ahí los bebes están muy protegidos y te vas a pasear o a tomar un café en un bar de “no fumadores”, te despejas un poco o llamas a alguien a quien puedas invitar a tomar ese café, no te quedes encerrada.

Daly: hoy casi no vengo porque me agarra un estado de apatía, pero me obligué a venir.

Sary: es que una está muy sola en la casa y eso pone mal.

G.S.: aparece aburrimiento y tristeza, se necesita salir del encierro y recrearse, por bien que se esté con el hijo se necesitan también otras cosas, ver gente, salir, no son ustedes mujeres acostumbradas a estar mucho tiempo dentro de la casa.

Sary: además el bebé necesita de vos todo el tiempo y te mira constantemente, ¿no sienten los ojos clavados en ustedes?, yo con mi otra hija a veces le decía, ahora tenés que mirar otra cosa y la ponía mirando las plantitas que se ven por la ventana y ella se entretenía un rato eso me hacía bien. Otra cuestión es la sensación de que tenes que pedir permiso para todo, para ir al baño, para salir a comprar algo, cada vez hay que pensar ¿puedo ir?, uno no está acostumbrada a esa forma de vivir...

Carla: yo tengo la sensación de que hago todo a mil por hora, que me baño rápido, que como rápido. (dramatiza hablando muy rápido, todas ríen).

G.S. En estos tiempos seguro que haces todas tus cosas rápidamente y las del bebé con calma y tranquilidad ¿no es cierto?

Sary: aparte está la sensación de que te necesita continuamente, parece que te está controlando...

G.S.: Bueno, no parece que sea control, el bebé demanda mucho de la madre, pide una unión muy fuerte y constante en los primeros tiempos porque lo necesita mucho para estar tranquilo y aprender a vivir fuera del útero y poco a poco lograr cierta autonomía. La teta, el calor del abrazo, el sostén amoroso son fundamentales para él.

Daly.: Mi beba toce varias veces seguidas y yo le pregunté a la pediatra porqué lo hacía y ella me dijo quedate tranquila es sólo para llamar la atención.

G.S.: Claro, para ellos aprender a llamar la atención es fundamental, no es así para nosotros también, en relación a los que amamos?, sólo que nosotros nos bancamos llamar la atención sólo en momentos oportunos y los bebes todavía no entienden de eso.

Carla: A mí me angustia porque quiere comer cada dos horas y estoy tratando de entretenerlo para que espere tres horas.

G.S.: Muchas veces los bebes pueden tener hambre o sed a las dos horas o antes, la semana pasada tu hijo parece que necesitaba tomar muy seguido la teta para estimular con la succión mayor producción de leche, cosa que ocurre alrededor de los 45 días, ahora es probable que naturalmente pueda tomar mas espaciadamente. Recuerden que eso se repetirá dos veces más antes de los seis meses.

Daly: Ayer tomé conciencia del esfuerzo que es dar la teta, a mí me encanta darle, pero me di cuenta que estaba cansada por eso, ella ya pesa siete kilos, sólo levantarla me resulta un gran esfuerzo. Estoy cansadísima, a veces siento que no puedo más.

G.S.: La nena ya tiene casi tres meses, tal vez puedas darle alguna vez una mamadera de tu propia leche o no y descansar, a esta altura no hay peligro de que dejen el pecho por incluir una mamadera de vez en cuando. También podés dejar que tu marido algún día le dé una mamadera y vos salis a hacer algo que te guste y así te despejas un poco de la casa y la beba o podes pedirle que le de una toma cuando pide en la noche y vos descansas esa vez, por seis horas seguidas, eso repone mucho.

Sary: Yo fui a la pediatra y le pregunté qué darle cuando tenga que ir a trabajar, ella me preguntó si yo quería sacarme leche, yo le dije que no entonces me recetó una leche en polvo.

Daly: Ella toma los viernes a la tarde una mamadera, cuando se la dejo a mi suegra. Mi marido está por las mañanas en casa y aunque está trabajando yo podría aprovechar y salir alguna vez. Pero como tengo que hacer todas las cosas de la casa, las compras... estoy pendiente de eso y de atenderla a ella y no me resulta fácil ni muy posible dejar todo e irme, por otro lado mi marido se queda en casa pero trabaja haciendo un nuevo proyecto de trabajo porque no nos alcanza el dinero, son muchas cosas... me siento muy exigida. (llora)

G.S. En estas épocas de adaptación a todo lo nuevo que significa y trae un hijo llorar alivia las tensiones...se ha comprobado que por las lágrimas salen las hormonas que provocan stress, hay quienes suponen que eso ayuda a que no pasen a los bebes a través de la leche.

Sary: Es mucho todo lo que a uno le pasa...

G.S.: Es que no están acostumbradas a cuidar todo el día a un bebé y a sentir esa gran responsabilidad... todo es nuevo y es un gran esfuerzo aprender a hacerlo. Es muy diferente atender la casa de una pareja, que una casa con un hijo y atender al hijo además. Por eso descansar con el bebé hace tanto bien...

Karen: A nosotros, con mi marido, mil veces nos pasaba que no teníamos que comer en casa y nos conformábamos con cualquier cosa, o salíamos a comer una pizza si teníamos ganas.

G.S.: Claro cuando uno es una pareja tiene otras posibilidades, con un hijo la casa tiene que tener otras cosas, cosas atractivas, entre ellas la comida, porque uno pasa más tiempo ahí y una mujer que amamanta tiene que alimentarse bien. La casa se ha convertido en un hogar con un hijo y esto es diferente. Así es que la casa requiere un esfuerzo extra para que todo funcione bien y sea más agradable estar en ella.

Karen: antes si no había para desayunar en casa lo hacíamos en el trabajo, y ahora tiene que haber comida todos los días.

Sary: Yo me quedé pensando algo después de la reunión pasada. Graciela, vos preguntaste si nos gustaba dar la teta, y yo durante la semana le daba la teta y me decía: es lindo dar la teta, lo que nos es lindo es que sieeeeeeempre (acentúa la palabra) le toca a uno hacerlo. Ves en este momento no tengo ganas de darle.

G.S.: Es así cuando uno está muy cansada o por alguna otra razón uno quisiera que alguien te reemplace aunque sea una vez.

Todas: ¡Claaaro!

Daly: El domingo vinieron mis viejos (viven en el interior), mi papá me dijo ¿otra vez va a comer?, sí le dije, siempre es así, el se había olvidado cómo era, que a cada rato hay que amamantar.

Karen: ayer mi marido se fue a jugar al Padell, y yo le dije porqué no tendrás teta vos así me voy yo a jugar...(risas).

G.S.: Dentro de un tiempo vas a poder dejarle una mamadera.

Karen: Yo tengo ganas que sea después de los dos meses.

G.S.: Es un buen momento si a vos te parece bien. Una mamadera de vez en cuando después del primer o segundo mes del bebé ayuda a que una amamante más aliviada y se pueda hacer alguna cosa que uno tiene ganas. Podes sacarte leche y dejarle en la heladera o frizzer para que tu marido u otra persona se la dé si el bebé la necesita, muchas veces aguantan sin tomar esa poquitas horas en que ustedes salen.

Carla: Si, esa es la mamadera de la libertad.

Karen: La semana que viene yo tengo una reunión de trabajo de una hora, más quince minutos de viaje de ida y otros quince de vuelta, tengo miedo que se ponga a llorar de hambre mientras yo no esté (la bebe tiene un mes y una semana).

G.S.. podes darle el pecho antes de salir y sacarte un poco de leche durante el día para que le den con un goterito o mamadera si llora, pero lo más probable es que aguante perfectamente hasta que vos vuelvas porque no es mucho tiempo.

Carla: ¿Sabes que hizo mi marido un día que yo fui a hacerme una radiografía y el bebé lloraba mucho?. Me llamó por el T.E. al celular y yo me vine sin hacérmela, lloraba tan desesperado que le mojó el chupete en azúcar y el bebé se calmó y se quedó dormido, cuando yo llegué estaba todo tranquilo. Después el tenía culpa por haber hecho eso.

G.S.: Bueno, no hay que hacerlo, pero por una vez no es para tener culpa. Antes la gente siempre hacía eso habitualmente, ahora los Pediatras y Odontólogos lo desaconsejan una porque el azúcar no le haría bien a un bebé y también para preservar la dentadura.

Carla: Mi bebé está con muchos gasesitos y el pediatra me aconsejó darle Factor A.G. en gotas, descubrí que como es dulzón desde que se lo doy se calma.
Karen: el pediatra me dijo que es efectivo en un sesenta por ciento.

Carla: Yo se lo doy, para mí le hace bien, cuando está con retorcijones de pancita, lo que no me acuerdo es hasta cuanto puedo darle.

Karen: a mí el Pediatra me dijo que lo use durante tres o cuatro días, cinco gotas por vez, tres veces al día.

Carla: Yo le doy una o dos gotitas tres veces al día.

G.S.: Porque no llamás a tu Pediatra y le preguntas así te quedas tranquila.

Daly: Renata ( tres meses) está molestas estos días, ¿cuando empiezan con la historia de sacar los dientes como es? porque ella se refriega la boca y llora...

G.S: Alrededor de los cinco meses, pocas veces empiezan antes. Pero sí pueden tener molestias un tiempo antes.

Carla: ¿Entonces está bien que trate de estirarle el tiempo entre mamada y mamada?.

G.S. Seguramente él sólo empezará a estirar ese tiempo, el asunto es no ser rígida con ese tema, alguna vez el bebe puede tener hambre antes, o necesita chupar un poco para dormirse, o como dice la dra. Vera May, quiere un “postrecito” o un “cafecito” después de comer. A mi me parece bien entretenerlo para que empiece a tomar cada dos horas y media, como me parece bien a partir de los tres o cuatro meses ponerle a la noche el chupete cuando llora a ver si tenía necesidad de succionar y con eso se calma, así se puede acostumbrar a dormir más tiempo sin comer, esto si no hay una indicación diferente del Pediatra.

Karen: A veces una se siente mala madre si no cumple con todo, y no se puede vivir así.

G.S.: Karen, poco a poco uno se acostumbra a dar lo que el bebé necesita sin tanta exigencia y además uno se conforma con ser una madre “suficientemente buena” como decía Winnicott, lo que no es poca cosa, pero seguiremos hablando mucho de esto. Ustedes estarán cada vez más enamoradas del bebé y más confiadas en ustedes mismas y eso facilitará la crianza.

G.S. ¿Daly, no tenés una amiga con un bebe? Porque hay una solución cuando uno no tiene con quien dejar a los chicos que es compartir el cuidado de los bebes con una amiga que tenga un bebé durante la semana o una pareja de amigos los sábados o domingos. Una de ustedes cuida los dos bebes y la otra sale, esto lo pueden organizar y probar por una hora a ver cómo sucede. Esto puede ser muy bueno porque puede funcionar parecido a tener una cuidadora de bebes.

Daly: Sí tengo una amiga que también necesitaría.

G.S.: Porque además de cuidar al bebé, cuando han estado acostumbradas a hacer muchas cosas fuera del hogar, necesitan salir y conectarse con el afuera y en estos tiempos de crisis económicas, si no se puede pagar a alguien que ayude, hay que buscar soluciones diferentes, como esta de compartir con amigas o parejas de amigos.

Carla: Ayer estuve todo el día en casa sin salir, cuando llegaron las ocho de la noche quería salir aunque sea a comprar algo, quería ventilarme, ya estaba que no daba más de estar adentro.

Karen: cuando mi marido se fue a jugar al padell, yo estaba que no daba más, el se fue y volvió y yo estaba con la remera vomitada, cansada, pero sólo físicamente...

G.S.: Claro, a veces, una se aburre de estar encerrada.

Karen: yo quería leer y no podía...

G.S.: ¿Vos no podes organizar todo de modo que una noche tu marido se quede con la nena y vos puedas ir a jugar al padell?

Karen: Sabes que el otro día se la dejé un rato y me fui a dar una vuelta en auto, cosa que a mí me gusta mucho, y ¿sabes lo que me pasó?, cuando me subí y me senté dije en voz alta: -¡bueno ahora vamos a ir a pasear! Lo mismo que le decía a la beba cuando estaba embarazada y me subía al auto y entonces me dije -¿sola me voy a ir? Como si fuera muy raro. Pero igual fui a dar una vuelta. Cuando volví, el estaba un poco cansado de cuidar la nena.

Carla: Yo me muero por jugar al tenis los fines de semana, pero no es nada fácil que el papá lo pueda cuidar, aunque yo le pedí que lo haga y el pone su mejor buena voluntad.

G.S.: Es bueno que ensaye hasta que se acostumbre.

Carla: Me cuesta coordinar un partido entre las mamadas.

G.S. ¿Cuándo le vas a incorporar una mamadera para trabajar?

Carla: A los dos meses.

G.S.: Bueno, ya falta muy poco, cuando incluyas la mamadera para trabajar podés también reemplazar alguna mamada los sábados que tengas ganas de jugar al tenis. Me parece importante poder hacer esto cuando se tienen ganas, darse esta licencia tal vez sea bueno para poder seguir amamantando un tiempo largo.

Karen: (Bromeando) pero eso es distinto, no es lo mismo dar mamadera cuando uno está obligada a trabajar que cuando uno sólo quiere darse un gusto...

G.S.: Seguro, una cosa es hacerlo por obligación y otra por placer, como siempre el placer puede dar culpa..., habrá que revisar los modelos y ver qué es posible y bueno para ustedes y el bebé en esta época. Vuelvo a decir: podes sacarte leche y que la mamadera sea de tu leche, no es tan difícil juntar leche para una sola mamadera.

Karen: Sí, por ganar el pan de cada día se justifica.

G.S. Bueno, se trata de estar lo mejor posible para poder también estar con ellos lo mejor posible. A mi me parece que este tipo de cosas favorece la lactancia y la buena relación con el bebé. Ustedes son mujeres diferentes a sus abuelas, fueron criadas de forma diferentes, formadas para una vida en un mundo distinto al que ellas tenían, el proyecto de vida de ellas era estar en el hogar y dedicarse a los hijos sin preguntarse mucho si necesitaban otra cosa.
Cuando el mundo cambia y las mujeres desarrollan otros proyectos paralelos al hogar e hijos aparecen otras formas de ser mujer y mamá. Hoy día desde que son bebes y aunque les demos mucho amor y atención, las madres necesitan conectarse con otros intereses. Yo creo que se pueden tener otros intereses y que esto no signifique abandonar al hijo. Lo importante sería poder planificar el futuro de modo que no trabajen tantas horas mientras sean pequeños. De ese modo no abandonan sus intereses de trabajo y tienen medios días para los hijos y la atención de todo lo demás.

Carla: Si yo lo dejo mucho tiempo me angustia.

G.S.: Bueno, es que tu hijo recién tiene dos meses, eso se hace poco a poco, si no tenés obligación de retomar tu trabajo antes. Con los bebes chiquitos se tiene un tipo de unión muy fuerte y hay que aprender a separarse por ratos y progresivamente, para que el bebe aprenda y ustedes también. A una le parece que está pegada con el bebé en esta etapa y de algún modo es así, por un tiempo la mujer se parece a una mamá cangura, quisiera llevarlo en su bolsa a todos lados, pero por otro lado también aparecen las ganas de hacer otras cosas y sentirse libre... entonces, como el bebé necesita mucho que lo cuiden, para poder despegarse un poquito hay que elegir bien con quien dejarlo y así probar cómo sale todo.

Karen: Sí, es tan diferente todo ahora...

G.S. En esta etapa de la crianza hay que reconocer lo importante que es poner tanta energía en el bebé, es la seguridad física y afectiva que uno le da para construir la confianza básica en la vida, la energía que se pone en él es un componente importante en su afirmación vital que le ayuda a organizar sus primeras y tal vez más difíciles experiencias en el mundo.
Sary: ¿cuánto dura esta dedicación tan exclusiva e intensa con el bebé?

G.S.: dos o tres meses, en la medida que el bebé crece también desarrolla su capacidad para estar bien con otras personas.

Sary: Me parece importante pensar, que aunque cueste, es poco tiempo en la vida de uno esta dedicación tan intensa.

G.S.: Seguro, poco a poco hay que enseñarles a entretenerse solos sobre una colchoneta de modo que puedan mover brazos y piernas y mirar hacia el espacio, entonces ustedes podrán hacer algo cerca de ellos, por ejemplo a vos Daly que te gusta pintar, quizá puedas hacerlo con ella cerca. Cuando hacemos el trabajo corporal ella se queda sobre la colchoneta toda la hora tranquila mirando diferentes cosas, quiere decir que le ayudaste a aprender eso y quizá lo podés aprovechar no sólo para limpiar la casa sino para pintar o estudiar.

Sary: A mi me llamaron de la facultad para asistir a un jurado y yo les dije que todavía no puedo, que no dispongo de tanto tiempo para ir.
Carla: ¿Saben lo que me paso el otro día, me llamaron de la escuela donde trabajo (lic. En C. De la Educación), primero no sabía quién me hablaba, me dijo el nombre y no podía conectarme, era la Directora. No podía creer que me ocurriera eso.(risas) Es evidente que estoy en otra.

Sary: ¿Cuantas horas trabajas en el Colegio?

Carla: Dos mañanas, por ahora no voy a retomar, sólo voy a trabajar en mi consultorio en donde puedo conciliar los horarios con dar el pecho al bebe.

G.S.: Defiendan las ganas y necesidad de quedarse en casa, porque no van a tener tantos hijos, ocurre sólo una o dos veces en la vida que se toma licencia por maternidad, de modo que nadie se perjudica demasiado porque ustedes no trabajen en los primeros meses de los bebes.

Les leo una parte del capítulo de Winnicott sobre el llanto de los bebes, se refiere al llanto por satisfacción.
Carla: Yo creo que uno no soporta que llore porque uno lo asocia con el sufrimiento, a él le cambia la cara... me mira... me pide ayuda y yo a veces cuando tiene cólicos no sé que hacer para que se le calmen. Es difícil verlo así

G.S.: Bueno los bebes también lloran cuando algo les duele.

Karen: a uno, a veces, le hace falta llorar y enseguida te dicen no llores, no llores...

G.S. Casi siempre cuando el bebé llora lo comparamos sin darnos cuentas a los llantos de los adultos, que cuando lloran es por cosas graves. Aunque con la experiencia que ustedes tuvieron en el embarazo y que están teniendo ahora que pudieron y pueden llorar como algo natural de esta época, comprueban que el llanto puede hacer bien y liberar tensiones y tristezas y que no sólo se llora cuando hay grandes angustias o problemas, provocados por muertes, abandonos etc., se sabe ahora, que por las lágrimas que brotan por llantos que aparecen por emociones se eliminan del cuerpo las hormonas que provocan estrés.

Sary: Y lloramos poquito, porque enseguida viene alguien y te dice, bueno ya va a pasar, no llores más. Te consuelan y no te dejan llorar.

G.S. ¿Y no haremos lo mismo con los bebes?. Parece que nos es insoportable llorar y ver llorar, y lloramos sólo en situaciones terribles, en momentos de grandes angustias, a partir de esa experiencia pensamos que cuando los bebes lloran siempre les está pasando algo grave. No podemos pensar que pueden llorar porque tienen ganas de gritar y protestar un poco y que necesitan que no siempre le digamos “no llores, no llores” como decían ustedes antes.
También podemos pensar que aunque lloren porque están afligidos por algo debiéramos dejarlos llorar, acompañándolos abrazados tiernamente, pero dejando que se descarguen un poco y aprendan a aceptar los sentimientos y sensaciones que tienen.

Daly: Hay gente que se banca menos que otra que ellos lloren, la abuela de mi marido le dice a la nena “no hay que llorar”, yo no me banco eso, será porque en este momento de mi vida yo lloro mucho y me hace bien. Me parece que la gente mayor piensa que está mal llorar.

G.S. Tengan en cuenta que los padres nos acostumbramos a los llantos de los bebes y que a los abuelos que los ven menos les resulta difícil escucharlos llorar.

Karen: El otro día lo tenía en brazos mi suegra y le decía, porque llorás, porque lloras?, con una voz tan compungida que yo me decía, ahora se va a poner a llorar ella (risas).

G.S. ¿Pero a ustedes no les ha ocurrido alguna vez que lloraron junto con ellos?

Carla: Sí, el otro día él lloraba tanto que yo también me puse a llorar, y después me decía estoy haciendo lo que no hay que hacer, yo hubiese querido poder contenerlo.

G.S. Saben que muchas veces los maridos me han contado que han llegado a la casa después del trabajo y han encontrado llorando al bebe y a la mujer que no sabían a quien consolar primero.

Carla: Bueno, ese día mi marido llegó en ese momento y se encontró con nosotros en ese estado,(risas).

G.S. Cuando son muy chiquitos uno muchas veces se desespera cuando lloran mucho y no se los puede calmar.

Sary: Es que al principio es difícil darse cuenta de los diferentes llantos, después uno se va dando cuenta porqué lloran, y también que no siempre necesitan que uno los calme, a veces gritan un poco y se calman solos, tal vez sea verdad que a veces les viene bien llorar un poco.

Karen: el otro día ella lloraba y yo en un minuto la puse a la teta, la cambié de posición, la paseaba a ver conque se calmaba y creo que la pegué de carambola.
LLegamos al final de la reunión, nos es fácil separarse, pero poco a poco se preparan y nos despedimos hasta la siguiente semana.

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